Kimberly Santiago de 33 años sufrió un accidente mientras cargaba platos en el restaurante donde trabajaba en Naples, Florida. Tras el accidente, su doctor le recetó pastillas como Vicodin y Hydrocodone que son opioides para el dolor.
Su adicción por estos medicamentos incrementó con el tiempo. Llegó a tomar 180 pastillas al mes.
Hace cuatro años, Santiago decidió mudarse al Bronx. Un día no tenía su medicamento para el dolor de espalda que era insoportable y le pidió a un amigo del albergue donde vivia que le consiguiera algo. Desde ese día empezó a consumir heroína todos los dias.
Esta es la historia de Santiago y su adicción a la heroína, una droga que ha matado a más de mil personas en la ciudad de Nueva York según el departamento de salud.
Si quieres saber más sobre cómo esta droga llega a las manos de adictos como Kimberly, lee Detrás de la industria de heroína del Bronx, la sede central del tráfico en el noreste.